
A su Casa Natal, al parque donde su estatua en bronce perpetúa su memoria, al cementerio donde reposan sus restos, acudió cada año Juan Nuiry, junto a otros compañeros, para rendirle tributo al hermano de lucha, con la humildad que lo caracterizó y llevaron a la Ciudad Bandera a quererlo como a otro hijo también.

Su elocuencia al hablar de José Antonio y de José Smith Comas, a quién también conoció de cerca, nos permitió aproximarnos con una dimensión tal vez más humana, a estos dos jóvenes revolucionarios, nacidos en Cárdenas que entregaron noblemente su vida a la Patria.
La admiración que sentía por el presidente de honor de la FEU era evidente en cada palabra suya al
recordar detalles de su vida, que tuvo oportunidad de compartir, como en aquellas intensas jornadas en su amada universidad, en el segundo encuentro de la Carta de México y en la propia acción de la toma de Radio Reloj, el 13 de marzo de 1957, donde cayera José Antonio Echeverría.

Por eso cuando nos enteramos de la partida de Nuiry, pensamos en cuanta modestia encerraba este hombre, protagonista de infinidad de hechos, que no podía dejar pasar esas efemérides, sin venir a Cárdenas.
La última vez, fue el pasado 16 de julio, cuando compartió la visita con René González Sehwerert uno de nuestros Cinco Héroes. Ese día lo vimos un poco más deteriorado físicamente, pero con el optimismo de siempre, al lado de los jóvenes y la Revolución.
1 comentario:
Hola Lina,
Hoy sólo vengo a presentarme. He hecho un nuevo blog y quería invitarte para compartir contigo, si te parece bien.
Aún no tengo amigos, jajaja, ando solo por el mundo todavía. Así que si te gusta también tendrás un nuevo amigo.
Saludos,
Jacob K
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