Lic. Valia Soto Espinosa. Club Martiano Néstor Ponce de León-Unión de Historiadores de Cárdenas
La señora Hilary Clinton, arremete cuan fiera sedienta, contra todo obstáculo, que le impida subir al máximo escaño de poder dentro del gobierno de los Estados Unidos, para lo cual hace uso de “múltiples vestuarios”, toda vez recuperada de la gran frustración, así como deterioro de la autoestima, sufridos años atrás, por el comportamiento adúltero de su esposo, quien seducido por la belleza de Mónica Lewinsky, hubo de caer en las redes de los escándalos mediáticos, los que inescrupulosamente dieron a conocer al mundo, de las sostenidas relaciones extramatrimoniales con la astuta chica.
A pesar de proceder de una de casta religiosa, (metodista) y gozar de una prestigiosa carrera como abogada, siempre ha sido evidente en ella el irrespeto a los Derechos Humanos de algunas naciones. ¿En qué lugar guardó la doctrina del Coman Law (Derecho Común anglosajón) y el buen sentido de las sagradas escrituras?
No debemos pasar por alto el apoyo a la administración Bush a favor de la guerra contra Irak, abogando ulteriormente por ciertas moderaciones durante este conflicto, denotada ambigüedad en el ejercicio judicial, la hizo compartir la autoría del genocidio y después, convertirse propiamente en su defensora; aptitudes cínicas, en los que aspiran al imperio del dinero.
Tras el anuncio ambicioso por subir a la presidencia de la norteña nación, esta refinada señora ha trabajado incansablemente, por lo que en la actualidad, hace galas del disfraz de oveja, para ello se derrocha en un mar de bondades, entre ellas, comprende públicamente, lo inútil del bloqueo de los E.U contra Cuba y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la isla. 
Hasta el momento de tan hipócrita declaración, la Hilary padecía de cierto autismo, o tal vez de alguna incapacidad de discernimiento transitoria, producido por traumas que le impidieron darse cuenta de lo mezquina e inoperante de esa política.
A este pronunciamiento, debemos siempre concederle una doble lectura, permitiéndonos permanecer en estado de alerta, pues las fieras, nunca regalarán caricias. La diversidad de vestuarios es tolerable, si se intenta llegar a la bien remunerada cúpula.
Trabajo debe sobrarle a quien está frente a su campaña electoral, por lo que destaco un artículo de José Martí, escrito para el diario La Nación en 1881, del que cito textualmente, “El boss no consulta, ordena; el boss se irrita, riñe, Concede, niega, expulsa; el boss ofrece empleos, adquiere concesiones a cambio de ellos, dispone de los votos y los dirige: tiene en su mano el éxito de la campaña para la elección del Presidente…
” Entonces solo queda pensar que el boss de la Clinton, ha preparado los guantes para comenzar el “pugilato”, tal como caracterizó el apóstol a las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Ella de nuevo ajustará los aditamentos, (primeramente los usó en aras de conservar el matrimonio quebrado y su reputación familiar, después contra Obama en el 2008), ahora, los apretará más fuerte, con vista a propinar un nocaut, en los sufragios del 2016.
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