Es difícil percatarse de cuánto sufrieron por tan larga separación, ahora se ven felices, plenos. Solo la ausencia de sus cuatro hermanos, le impiden a René González Sehwerert, sentir que su alegría es completa, a pesar de tanto dolor dejado atrás. Años de una vida, que no le devolverán, pero que los considera bien empleados, porque su fin, fue servir a la patria.
Rodeado de compañeros de lucha del líder estudiantil y de actuales
miembros de la FEU, René dijo que la humanidad por siglos ha soñado, ya
sea a través de Cristo o de otras religiones, o a través de las
revoluciones, con un mundo de justicia, en el
que nadie tuviera que sacrificar la vida a esa edad y que, si alguna
esperanza nos da la Revolución, es la de construir ese mundo.
Después recorrió el Museo a la Batalla De Ideas, allí se detuvo ante cada pieza que guarda una especial significación para él y sus compañeros, puesto que la lucha por el regreso de Elián, el pequeño cardenense secuestrado por la mafia miamense, la vivieron de cerca y confesó que fue muy difícil.
Junto a Olga, su esposa escribió:
"En la trinchera de las ideas se decidirá la suerte de la alternativa
que representamos y de la esperanza que en nosotros ha puesto la
humanidad".
¡Defiéndanla!
Declaró que poder venir aquí y que puedan venir sus hermanos algún día, será como cerrar ese ciclo, de lo que representó para ellos haber vivido toda esa experiencia y será también una victoria de las ideas, que es lo que estaban celebrando y que para él era muy importante y conmovedor ese momento.
En su despedida de la Ciudad Bandera, René depositó flores en el panteón donde reposan los restos de José Antonio Echeverría en el cementerio de la localidad, como lo hizo ante el monumento que perpetúa su memoria, a nombre de sus compañeros.
Nunca antes René González Sehwerert había visitado Cárdenas, pero estoy segura, que al hacerlo pudo sentir el compromiso de este pueblo batallador, que lo seguirá acompañando y haciendo suya, la causa de los Cinco Antiterroristas Cubanos.
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