La realidad de la juventud cubana

                                             Por  Roylin Selma Osoria, Instructor de Arte
  A veces me pregunto qué es lo que realmente piensa el gobierno estadounidense sobre cómo somos los jóvenes cubanos. Creo que lejos de conocernos como suele difamar, ignoran el verdadero sentir de esta generación que aún enfrentando todo tipo de obstáculo, ha sabido mantenerse al lado de los suyos, de su bandera, de su revolución, a pesar de nacer después de ella y no haber palpado el antes que tanto comparan nuestros abuelos agradeciendo infinitamente la llegada del Primero de enero de 1959.

La juventud cubana de hoy, la misma que se puede encontrar en este verano en un teatro como en un parque, asistiendo a un concierto de Buena Fe o Los desiguales y hasta la que prefiere no perderse una peña de Rock, es heredera de adjetivos que por sangre nos corresponden: inteligente, emprendedora, alegre, sacrificada, saludable, protagonista y fiel.
En medio de la época digitalizada de celulares y mp3 que nos ha tocado vivir estamos convencidos de que no somos perfectos pero con una conciencia tranquila y limpia que nos ayuda a seguir adelante construyendo el socialismo de todos y para el bien de todos, pese a las calumnias que se elaboran contra nuestra gente desde hace mas de 50 años.
Qué nadie se equivoque! Tenemos claro que un mundo mejor no sólo es posible, también es necesario .Sabemos además que "...de aparentes fortunas está llena la miserias humana"… como  apuntó José Martí.
Somos jóvenes repletos de ilusiones pero una propaganda consumista, una revista de rostros perfectos, un concurso de lágrimas por rating de audiencia o una verdad fabricada de mentiras, no forman parte de nuestros sueños, si no de quiénes aún permanecen viviendo con ojos cerrados una pesadilla basada en hechos reales.
Sé que también existen los Hansel  y  Gretel, personajes que fueron hipnotizados por una simple casa de caramelos, por tal motivo no pretendo con mi voz en plural generalizar a los jóvenes cubanos pero si hablar por la mayoría que somos los que contra viento y marea nos mantenemos de pie,  agradecidos y defendiendo la cultura de una sonrisa libre y soberana, lejos de cualquier banalidad, mediocridad y cursilería.
 Teoría matemática: Dos más dos siempre será cuatro.
 Teoría de la juventud cubana: Estudio más trabajo siempre será una derrota a la subversión.
 Eso no falla!