A propósito de la visita a Cuba de Vladimir Putin, Presidente de Rusia y su fraternal encuentro con el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro y con el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, comparto este trabajo elaborado por la Licenciada María Teresa Clark Betancourt, presidenta de la Filial de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC) en Cárdenas, recordando un suceso que como primicia de la Ciudad Bandera pone de manifiesto desde cuando datan las relaciones cubanas con un pueblo, al que José Martí también se acercó en su obra.
Por la licenciada María Teresa Clark Betancourt, presidenta de la Filial de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC)
Cárdenas, fue fundada el 8 de marzo de 1828 y en su devenir histórico ha sido escenario de significativos y trascendentes acontecimientos, entre ellos el encuentro del líder estudiantil y comunista Julio Antonio Mella, con los marinos del Barco Soviético, “Vatslar Vorosky”.
El gobierno dictatorial de Gerardo Machado, recibió una nota secreta del Departamento de Estado de Washington, para impedir se hiciera propaganda a favor del estado soviético con el “Vorovsky “.
Por ello no permitieron la entrada del barco al puerto de La Habana, y lo desviaron hacia Cárdenas, para cargar azúcar.
La Agrupación Comunista de La Habana, designó a Julio Antonio Mella, para dar la bienvenida a los
marinos Soviéticos.
El 4 de agosto de 1925 llegó a las costas de Cárdenas, el primer barco soviético en arribar a Cuba; con el objetivo de cargar 40 000 sacos de azúcar, consignados a la firma cardenense “Vila y Cía“.
El 6 de agosto, Julio Antonio Mella, junto a otros dos compañeros, llega por tren a Cárdenas y se dirige al “Centro Obrero”. Allí dirigentes proletarios le ayudaron a contactar con “Nereo Peraza “,propietario de un bote motor llamado: “Don “, se trasladaron hacia el Vorovsky, que estaba a tres millas de la costa, llegaron los cubanos en el bote hasta la escala del carguero soviético.
Así en Cárdenas ocurrió la primera relación fraternal entre cubanos y marinos soviéticos.
Mella, hablaba inglés al igual que un oficial del barco, lo que les permitió comunicarse.Se intercambiaron banderas, conversaron y brindaron por la amistad.
Julio Antonio Mella al regresar a La Habana, ofreció una conferencia, con el título “Cuatro horas bajo la bandera roja” y leyó el mensaje que el capitán del “Vorovsky “, dirigió al proletariado cubano.
Mella escribió un artículo para el periódico la “Lucha de Clases ‘’, relatando este acontecimiento.
Este día se selló la amistad entre los pueblos de los dos países perdurando hasta el presente.
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