Nadie como mi joven colega Ariel Aymé para describir el sentimiento que nos embargó a todos al recibir a Tony Ávila en su patria chica, aquí en su barrio de Cárdenas, cerca de la Iglesia de San Antonio, la que espanta con su cruz a los demonios, que nunca podrán hacerle daño a este singular cantautor al que seguimos y amamos en la Ciudad Bandera.
Autor: Ariel Aymé Gómez
Le cantó a los amigos, al amor y a la vida en un concierto que concluyó pasadas las dos de la madrugada. Así el trovador cardenense Tony Ávila cerró su gira por toda la provincia de Matanzas con la presentación hogareña en la Calle López, entre Velázquez y Calzada en Cárdenas.
Lo acompañaron en el comienzo, como si no fuera su espacio, sino el espacio de la música, otros colegas del municipio y el país. Nora Yanela, David Triana, Fernando Marcoleta, Obba Ilé, Rey Montalvo, entre otros, con un cierre de lujo de Carmen Lidia Mádem.
En ese momento comenzó Tony con quizás la interpretación que lo llevó a la popularidad, “Tiene que haber de to´ y pasó por números conocidos como Amor Cromañón, Científicamente negro, La guaravenganza y Madre.
El trovador interpretó algún que otro tema del próximo disco y cerró con “La Choza de Chacho y Chicha”, tal vez el tema más popular de todos. Entre canciones matizó la jornada con su doble sentido, la inteligencia que lo caracteriza y un fino humor.
Respondió Tony y lo hicieron también las autoridades y el pueblo para reconocer a un artista genuinamente cubano y cardenense, ese que pasó por momentos difíciles este último mes, cuestionado por las famosas Damas de Blanco, lo que le impidió realizar las presentaciones previstas en Estados Unidos y Puerto Rico.
Así demostró su condición de revolucionario, pero de ese revolucionario especial, como pocos, que incluso invitó al concierto a esas mujeres que han tratado de desacreditarlo y de perjudicar su carrera.
Tony demostró este fin de semana que continuará cantándole a la vida y a su tierra con la misma firmeza de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario