“Sonido para ver” es una frase del medio donde trabajo: la radio, pero ahora voy a compartir otra bien diferente: “Ruido para enloquecer”… Llegaba a la casa después de madrugar y trabajar varias horas frente a
la computadora, añorando descansar un rato, para luego iniciar la
segunda jornada en los quehaceres domésticos, sin embargo una
desagradable sorpresa me esperaba; justo frente a mi edificio, habían
instalado uno de esos carruseles itinerantes, armado Dios sabe cómo y
con un enloquecedor ruido.
Caballitos, un trencito con un pito tan alto como cualquiera de verdad y un bote grande que se mece justo delante de mi apartamento en el segundo piso, amenazando darse la vuelta, lleno de chiquillos y chiquillas gritando a más no poder. Pero por encima del sonido de los tres equipos funcionando, se escucha la música, por supuesto “bien escogida”: reggaetón a pulso.
A punto del ataque de nervios ante tamaña desventura, que por cierto se dilata días y días, sin tener a quien quejarse, decidí encender la radio y sintonizar mi emisora, necesitada de una compensación para neutralizar la algarabía. A esa hora mi colega René Martínez, está a cargo de un programa, caracterizado por la mejor música y de una producción elaborada por él.
Pero para mi asombro, precisamente ese día y a esa hora, el Director de ¿Qué tal? había transgredido su cultura musical y complaciendo peticiones, la locutora María Josefa Cernuda con su impecable voz, anunciaba un sonado reggaetón. Ante tanta ironía y mala suerte, decidí llenar hasta el tope un cubo de agua y lanzarlo en la sala comedor de mi casa, para ponerme a baldear al ritmo de “Como te descargo” de Yomil y El Dany , porque descansar….MISIÓN IMPOSIBLE!
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