Doce años se cumplieron este 12 de septiembre, del injusto encierro al que están sometidos en cárceles de Estados Unidos, cinco cubanos devenidos ya, símbolos de la lucha de nuestro pueblo contra el flagelo del terrorismo, que no para de extender su mortal veneno, contra seres inocentes.
René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Gerardo Hernández y Fernando González consagraron su juventud a enfrentar ese terrible mal que hoy se esparce por el mundo, incluyendo a esa parte que más terrorismo ha difundido; la que fabricó a sus principales promotores y hoy también sufre sus consecuencias.
En las propias entrañas del monstruo pusieron en riesgo sus vidas para salvar las de otros, aceptando el desafío desde el anonimato, para anticiparse a acciones terroristas y evitar actos como los tantos planeados, organizados y ejecutados contra Cuba y en los propios Estados Unidos, que llenan páginas y páginas con nombres, cuyas vidas son irrecuperables.
Cumpliendo largas condenas, como resultado de juicios amañados y en condiciones muchas veces violatorias de los más elementales derechos humanos, nuestros cinco hermanos se mantienen firmes, convencidos de que la razón les asiste y de que su pueblo los apoya, cuidando de su familia y convocando al resto del mundo a luchar por su regreso a la Patria.
No es posible que tantas voces en el Planeta estén equivocadas cuando defienden su causa, desde un confín a otro, personas honestas se unieron y unen a la batalla por su liberación de las más diversas formas, que van desde la canción comprometida hasta la escalada de una montaña, pasando por sencillas misivas de quienes al conocer de su cruel reclusión, escriben solidariamente reclamando su libertad.
Doce años es mucho tiempo para que la verdad no se imponga y nuestros Cinco Héroes presos en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo, ocupen el lugar de honor que le corresponde en el seno de su familia, que hoy, es Cuba entera.
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