Ella es mi colega Yaisa Fraguela y en el Día Mundial de la Radio me conmovió con su Crónica, que decidí compartirla en mi blog
Residir en un pueblo de campo, como llamamos a los municipios del interior y estudiar en un instituto pre universitario en ciencias exactas, donde la física, química y las matemáticas son el plato fuerte, estaba bien distante del periodismo y la radio, sobre todo para alguien que vive apasionada por la historia ,su primera y única opción al elegir carrera.
Entonces fue Lina la Rosa quien un día se apropió de la joven y con su actitud seductora la condujo hasta Radio Ciudad Bandera, asistente de programación era la única plaza libre en ese momento, después llegó la asesoría de programas y tras el paso de varios años por el medio radial, surge la idea de un diplomado de periodismo para quienes se interesaran y poseyeran carreras afines, tuvo que ser así, transitar varias etapas, para conocer el oficio más bello del mundo.
Dicen que cuando llegas a la radio te apasiona de tal manera que cuesta después abandonarla, es cierto que hoy existen medios más potentes y cautivadores, pero en las circunstancias más difíciles, la radio está ahí, para ofrecer minuto a minuto la información, para educar y formar valores.
Y así con la ayuda de grandes como Regla Llorente se iniciaron los pasos de esa muchacha que ya cuenta con una historia de veintiún años de trabajo en la emisora en activo, más antigua de Cuba y aunque no le han faltado ofertas en otros medios e incluso más tentadoras, solo piensa abandonarla cuando el tiempo lo decida.
Hoy hace un balance y recuerda jornadas únicas como los programas de la batalla de ideas, la despedida y recibimiento de los médicos protagonistas de importantes misiones o el paso de fenómenos meteorológicos ,donde lo único que el pueblo tiene es la información ,gracias a las trasmisiones improvisadas ,casi siempre desde ETECSA.
Esa es mi historia en la constante en tu dial y mi homenaje en el día mundial de la radio al centro que además de experiencia me dio buenos amigos, compañeros y momentos difíciles también, porque en el periodismo, quien no los tiene.- sobre todo si se trata de vivir en la pasión de la verdad que nos enseño nuestro Martí y eso es lo que hacemos cada día, entregarnos con el corazón y respetar el oficio que es parte de nuestras vidas.
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