El encuentro con la joven Cinthya Menéndez Dihigo, siempre es motivo de alegría y novedades; la primera vez la entrevisté como estudiante y presidenta de la FEEM del preuniversitario Trece de Marzo de la Ciudad Bandera y la segunda, como alumna de cuarto año de Derecho en la Universidad de Matanzas y delegada al Noveno Congreso de la FEU.
En aquel momento, emocionada me habló de su orgullo de participar en la cita estidiantil y llena de sueños esperaba culminar su carrera, para como todo buen graduado poner en práctica lo aprendido.
Hace unos días al llegar al Tribunal Municipal Popular de Cárdenas por una rutina de trabajo, vuelvo a tropezarme con Cinthya, hecho toda una licenciada, cumpliendo su servicio asocial como jueza profesional en esa Institución.
La sorpresa fue mutua y bien agradable, me dice que ese título tiene que ganárselo aún estudiando mucho, pues es una gran responsabilidad impartir justicia.
Cuenta que el recibimiento por sus actuales colegas estuvo de primera, además de la edificación donde está enclavado el Tribunal, completamente nueva y de gran belleza estructural.
Poco tiempo lleva Cinthya trabajando en esta rama de las Ciencias Jurídicas, pero ya la ha seducido y hoy está convencida, que es de las más importantes y en esa dirección se supera continuamente.
No puedo concluir sin recordar el mayor ejemplo de Cinthya, el cual dice ha estado, está y estará presente en su vida y es el de su abuela Silvia Alderete, quién contribuyó desde muy temprano a su formación como ser humano, dejando muy en alto su vocación de pedagoga, a quiénes agradecen varias generaciones.
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