El primer día de clases es trascendental para los que por primera vez se sientan en un aula, para los que continúan y para los padres y abuelos, que ansiosos esperan su regreso de la Escuela.
Los educadores por su parte también viven esa emoción y cada curso escolar está lleno de sorpresas y experiencias inolvidables en sus vidas.
Sonrisas infantiles, adolescentes y juveniles colmaron esta mañana cada institución educacional de la
Ciudad Bandera, aunque no faltó la lágrima de la pequeña separada de su peluche, del abuelo que acompaña a la nieta
a la Escuela donde él mismo estudió y de la mamá emocionada porque su hijo comienza en prescolar.En este Curso los papás estuvieron presentes, porque saben lo importante que es su figura en el primer día
de clases; maestros, profesores y educadores en general , orgullosos de su labor y conscientes de su responsabilidad recibieron a alumnas y alumnos para iniciar una de las tareas sociales más importantes, porque como expresó José de la Luz y Caballero, "instruir puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo".



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