Para su mamá Zorelia es la materialización de un sueño, para Amalia, además del sacrificio de muchas horas de sueño, es tener en sus manos el título de graduada en Medicina.
Pero esto sólo es una breve pausa, porque la especialidad de Pediatría obtenida de manera directa por su impecable trayectoria, ya la comenzó y esa no le da tregua, si de verdad aspira a convertirse en una buena profesional.
Mi familia muy cercana a la de la joven Amalia Ruiz Ramírez, me ha dado la posibilidad de conocerla y estar al tanto de ella desde su infancia; de sus logros y de su seguridad de ser doctora "cuando fuera grande".
Así como otras niñas juegan a la escuelita, Amalia, jugaba a atender a sus muñecas; malitas ni se sabe de cuantas enfermedades, casi siempre relacionadas con las propias : la garganta, fiebre y hasta un que otro impétigo, curó en la piel de goma de sus improvisadas pacientes.
Luego creció; sus estudios en la Vocacional, luego en la Universidad y sus amores, no le dejaban mucho tiempo para compartir, pero con atención escuchaba cuando alguien de la familia, del vecindario o de las amistades, tenía una dolencia, aceptando increíblemente en sus diagnósticos incipientes, aunque aclaro, nos mandaba para atendernos en el consultorio, porque aún ella no había terminado su carrera.
Siempre ha estado atenta y cariñosa con todos, en especial con su mamá, que como dijo mi colega Yaisa, es una guerrera y le dio el ejemplo, para luchar por su futuro, estimulándola y ofreciéndole esa confianza tan necesaria en la vida de los hijos.
Hoy la pequeña Amalia, con orgullo integra ese Ejército de Batas Blancas de Fidel, formado por la Revolución y dispuesto a ser paradigma, desde su comunidad, aquí en la Ciudad Bandera, hasta el mundo.
Felicidades Doctora Amalia y éxitos, que bien merecidos los tienes...
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