Las imágenes a través de la Televisión nos devuelven a un Comandante en Jefe en las distintas etapas de su vida, hasta en ese cortejo fúnebre donde van sus cenizas y que en otro momento llamé la Caravana más triste de la historia.
Y cuando reflexiono y utilizo una palabra que decididamente nos lleva de nuevo al Líder de la Revolución cubana en su modesta posición del“compañero Fidel”, pienso que como a nadie se le puede aplicar esa máxima de nada humano le fue ajeno.
La impronta de Fidel está en todas partes, en cada rincón de esta tierra y hoy en el Día de la Medicina Latinoamericana, se hace más viva cuando recordamos sus aportes en programas como el del Médico de la Familia, la Operación Milagro, en el Contingente Henry Revee y en tantas otras obras de la Salud Cubana, que llevaron su mensaje solidario a lugares tan lejanos como Pakistán y cercanos como Haití y desafiaron la muerte ante el ébola en África.
Fidel, Fidel es decir Cuba en el mundo, porque eso logró el Comandante durante su ardua vida, convertir a esta pequeña isla en un faro y así lo definió Miguel Barnet en una entrevista a la multinacional Telesur cuando le pidieron que lo hiciera en una palabra: “Iluminado”. Con su luz nos irradió a todos y ubicó en el mapa como referencia universal.
Profundamente martiano, su humanismo lo convirtió en algo más que en un discípulo del Maestro, porque ya desde el Juicio del Moncada, cuando atribuyó al Apóstol la autoría intelectual del asalto, estaban fundidos sus ideales y en sus 90 años de existencia tuvo la oportunidad de enriquecer su pensamiento y sobre todo materializar sus ideas.
Decía antes que su impronta está en todas partes y es una verdad irrefutable: En la Salud, la Educación, la Cultura, el Deporte, en la Ciencia, en los campesinos, los discapacitados, en las mujeres, en los jóvenes, en la infancia y en esta última quiero detenerme, porque fue su preocupación constante, su desvelo por el futuro y lo más importante, trascendiendo las fronteras de Cuba.
En este último viaje lo acompaña su pueblo; expresiones de los más humildes, estuvieron y están a lo largo y ancho de Cuba, al paso de sus cenizas y en los lugares donde firmaron de manera espontánea su juramento y lealtad a su concepto de Revolución, en el homenaje póstumo al ser humano, invicto para siempre, FIDEL.
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