Periodista de Radio Ciudad Bandera
Fidel es un hombre sincero, que puso su alma en cada obra y en cada rincón de esta Isla, donde crece la palma y el espíritu de José Martí.Muchos que compartieron intensas jornadas se preguntaban, de dónde saca tanta energía; la encontraba en el honor, la justicia la ética profesional, el amor y sobre todo el compromiso con su pueblo, es decir con la Revolución.Su humanismo lo caracterizó durante toda la vida y los programas de salud en Cuba y otros países dan fe de ello.
Cuando en el mundo se alcanzaban los primeros triunfos contra enfermedades infectocontagiosas , sobre
todo las prevenibles por vacunas y con satisfacción vimos desaparecer la viruela, la poliomielitis y otras ,aparece en la década del 80 del siglo xx ,una tragedia para la humanidad ,me refiero al VIH SIDA .Fidel como estadista revolucionario, comprometido con su pueblo comenzó a indagar estrategias junto a expertos epidemiólogos de la isla, en la búsqueda de respuestas para ese gran flagelo que acechaba a nuestro país y al mundo, eso demostró la voluntad política que conformaron los diferentes momentos de la estrategia cubana para el tratamiento y la prevención del VIH.
Ni el bloqueo, ni la crisis económica ,pudieron evitar que la grandeza y el pensamiento de nuestro líder de la Revolución desencadenara acciones, movilizara recursos y políticas para que los pacientes de VIH vivieran con respeto, dignidad, derechos y atención gratuita ,poniendo a su disposición todo el desarrollo científico técnico conocido en el mundo.Es por eso, que les confieso que Fidel me deslumbra por su altruismo desbordado y su obra profundamente humana.
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