El mismo recorrido que incluyó su paso por la Casa Natal de José Antonio Echeverría fue acompañado por pioneros, estudiantes, trabajadores, combatientes, mujeres y hombres de todas las edades, con tristeza, pero también con la convicción de continuar su obra.
Sólo en dos ocasiones la Caravana de la Libertad desvió su ruta : en Cienfuegos para rendir homenaje a los mártires del 5 de Septiembre y en Cárdenas, para llegar a la casa de José Antonio Echeverría y al cementerio donde reposaban los restos del eterno presidente de la FEU.
En el parque que lleva el nombre del Líder Estudiantil, lo esperaron como entonces, miles de personas, para darle el último adiós. Cerca del Museo A la Batalla de Ideas donde los cardenenses depositaron flores y firmaron el libro de juramento y reafirmación del concepto de Revolución, de la Escuela de Elian, por el que Cuba y el mundo se movilizaron ante la convocatoria de Fidel, hasta su regreso a la Patria, del Museo Oscar María de Rojas, al que reinauguró el Comandante; aquí yo estuve con el alma deshecha, sin poder contener el llanto.
Cuántos momentos de gloria pasaron por mi mente en este día aciago en el que su viaje a la inmortalidad lo llevó por la Ciudad Bandera en la Caravana más triste de la Historia
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