Ciudad Bandera

Desde Cárdenas, Cuba y el Mundo, un intercambio franco.

jueves, 18 de febrero de 2016

Ana Lourdes, una instructora de arte de la Ciudad Bandera

Ana Lourdes Herrera Torres se formó desde muy pequeña en el coro de la iglesia parroquial de Cárdenas y tal vez los ángeles tuvieron mucho que ver con  los dones que tiene para la música y  la vocación de enseñar.
La conozco desde que nació y esa sonrisa que ilumina su cara, heredada de su mamá, la ha acompañado siempre, aún en los momentos difíciles, pues es parte de su imagen de muchacha alegre, sencilla  y dispuesta a vencer los obstáculos que puedan anteponerse para lograr sus sueños.

Fue de las primeras en aceptar continuar sus estudios en la Escuela de Instructores de Arte, un Programa de la Revolución, que  se propuso  formar  una nueva hornada de  jóvenes  capaces  de defender nuestra identidad,  como educadores en la apreciación de las diferentes manifestaciones  de la cultura.
Cuán difícil  resultó convencer a la familia de su decisión, pero la vida demostró las razones de esta muchacha, que hoy con un talento excepcional dirige  el coro “Sin palabras” con categoría nacional desde el año 2012 y varios lauros en su haber.
Pero Ana Lourdes no solo ha incursionado en lo que es su gran inspiración: la dirección coral,  ella  matriculó en  la Universidad, Comunicación Social, la cual  retrasó un año para cumplir con la misión Corazón Adentro,  contribuyendo con su música a incentivar la sensibilidad artística del pueblo venezolano, donde vivió una experiencia inolvidable.
  Concluyó su carrera, como la alumna más integral de su curso y se probó además como una excelente comunicadora en la Televisora local, sin abandonar nunca su trabajo al frente del coro, ese que tantas emociones  le ha proporcionado a lo largo de su corta pero impresionante trayectoria.
Me contó que entre sus integrantes, hay algunos que comenzaron desde la Secundaria y otros son del Instituto José Smith Comas de Cárdenas, emblemática institución en la que estudiaron sus mayores y ella  pudo retornar cuando  volvió a establecerse como bachillerato, para  consolidar su labor  profesional como instructora de arte.
Hoy la agrupación hace honor a su nombre porque después de escucharla y verla, uno se queda sin palabras, ante tanto derroche de  arte e iniciativas en un colectivo tan joven y heterogéneo, que tiene como directora coral a Ana Lourdes Herrera Torres, esa muchacha de sonrisa pícara y probada  versatilidad, que como hija de esta Ciudad Bandera, contribuye cada día a su  cultura.







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