Ana Lourdes Herrera Torres se formó desde muy pequeña en el coro de la
iglesia parroquial de Cárdenas y tal vez los ángeles tuvieron mucho que
ver con los dones que tiene para la música y la vocación de
enseñar.
La conozco desde que nació y esa sonrisa que ilumina su cara, heredada de su mamá, la ha acompañado siempre, aún en los momentos difíciles, pues es parte de su imagen de muchacha alegre, sencilla y dispuesta a vencer los obstáculos que puedan anteponerse para lograr sus sueños.
Fue de las primeras en aceptar continuar sus estudios en la Escuela de Instructores de Arte, un Programa de la Revolución, que se propuso formar una nueva hornada de jóvenes capaces de defender nuestra identidad, como educadores en la apreciación de las diferentes manifestaciones de la cultura.
La conozco desde que nació y esa sonrisa que ilumina su cara, heredada de su mamá, la ha acompañado siempre, aún en los momentos difíciles, pues es parte de su imagen de muchacha alegre, sencilla y dispuesta a vencer los obstáculos que puedan anteponerse para lograr sus sueños.
Fue de las primeras en aceptar continuar sus estudios en la Escuela de Instructores de Arte, un Programa de la Revolución, que se propuso formar una nueva hornada de jóvenes capaces de defender nuestra identidad, como educadores en la apreciación de las diferentes manifestaciones de la cultura.
Cuán difícil resultó convencer a la
familia de su decisión, pero la vida demostró las razones de esta
muchacha, que hoy con un talento excepcional dirige el coro “Sin
palabras” con categoría nacional desde el año 2012 y varios lauros en su
haber.
Pero Ana Lourdes no solo ha incursionado en lo que es su gran
inspiración: la dirección coral, ella matriculó en la
Universidad, Comunicación Social, la cual retrasó un año para cumplir
con la misión Corazón Adentro, contribuyendo con su música a incentivar
la sensibilidad artística del pueblo venezolano, donde vivió una
experiencia inolvidable.
Concluyó su carrera, como la alumna más integral de su curso
y se probó además como una excelente comunicadora en la Televisora local, sin
abandonar nunca su trabajo al frente del coro, ese que tantas emociones
le ha proporcionado a lo largo de su corta pero impresionante
trayectoria.
Me contó que entre sus integrantes, hay algunos que
comenzaron desde la Secundaria y otros son del Instituto José Smith
Comas de Cárdenas, emblemática institución en la que estudiaron sus
mayores y ella pudo retornar cuando volvió a establecerse como
bachillerato, para consolidar su labor profesional como instructora de
arte.
Hoy la agrupación hace honor a su nombre porque después de escucharla y
verla, uno se queda sin palabras, ante tanto derroche de arte e
iniciativas en un colectivo tan joven y heterogéneo, que tiene como
directora coral a Ana Lourdes Herrera Torres, esa muchacha de sonrisa
pícara y probada versatilidad, que como hija de esta Ciudad Bandera, contribuye cada día a su cultura.
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