Los Cinco en la Ciudad Bandera

 ¿Cómo empezar a describir las emociones vividas hoy, en el Aniversario 16 de la batalla de ideas en Cárdenas? A mi memoria viene la imagen de mi mamá, que fue fundadora de la marcha de las madres y abuelas, en aquellos días intensos por el regreso de Elián...

 ¿Cuánto me hubiera gustado que hubiese  abrazado a Mirta, la madre de Tony como lo hice yo, en nombre de ella? Ver de cerca a la preciosa Gema en brazos de su padre, Gerardo, agitando banderitas cubanas, alegre y feliz.

Fue una jornada inolvidable, en la que mi mamá me acompañó en cada foto que voy a compartir esta tarde, luego de ver a los Cinco, libres y orgullosos del pueblo  de la Ciudad Bandera, que desde su trinchera, hizo suya su causa y no descansó hasta  verlos libres.

Elián, convertido en estudiante  universitario, nos conmovió, al referirse al compromiso de la  juventud con los principios en los que fueron educados por Fidel y Raúl y a su confianza en el valor de las ideas.

La voz de Carmen Lidia Maden, cantando a capella y su reencuentro con Mirta, acompañada ahora de su adorado Tony, fue memorable cuando se fundieron en un abrazo, así como el de ellos con Rita María Pérez Comas, la pionera que ahora como integrante de la FEEM,  no podía contener su felicidad al encontrarse con Antonio Guerrero, con quien sostuvo correspondencia durante sus años de encierro. Estaba René González con su nieto cargado y Olga Salanueva, su esposa, me contó que ya Ivett, la más pequeña de sus hijas ingresó en el preuniversitario.

Ramón Labañino con su familia, al igual que Fernando González, no cabían dentro de sí, agradeciendo a Cárdenas por la distinción de hijos adoptivos de la Ciudad Bandera.

Gerardo Hernández  concluyó el Acto, celebrado en el Cine Teatro Cárdenas, abarrotado de un  pueblo, que escuchó atento  sus palabras, cuando recordó la fuerza trasmitida por Juan Miguel, el papá de Elián con su ejemplo, cuando los Cinco permanecían presos en cárceles estadounidenses por luchar contra el terrorismo.