Foto tomada de Cubadebate |
Desde temprano la prensa trasmite trabajos sobre la fecha que le oprimen a uno el corazón, porque de alguna manera ellos forman parte de la familia y cuando esta sufre, uno hace suyo ese dolor también.
Leía en la mañana sobre Elizabeth Palmeiro y su esperanza de arribar a las bodas de plata el próximo año junto a su esposo y como a pesar de la ausencia, se mantienen intactos sus sentimientos que le permiten citar a Benedetti para recordar aquel primer poema que Ramón le envió y que a diario se multiplica en estrategias y tácticas para alimentar su amor durante esta larga separación.
En varias ocasiones he podido apreciar de cerca a esta mujer cuando ha venido a Cárdenas y admirar su fortaleza y serenidad para continuar la lucha, junto a sus hijas, con un padre ausente, pero presente al mismo tiempo porque por defender la vida de muchos hijos de este pueblo, sacrificó la suya y continúa haciéndolo junto a sus hermanos.
En este mismo momento personas de buena voluntad en el mundo allá en Washington apoyan su causa y exigen poner fin a su encierro en la tercera Jornada Internacional por la Liberación de los Héroes cubanos y frente a la propia Casa Blanca se manifiestan a su favor.
Dos de sus hermanos salieron de la cárcel, pero han expresado que hasta que no se ponga en libertad al último de ellos, no podrán sentirse verdaderamente libres y eso es cierto, han sido muchos años compartiendo una pena y como los cinco dedos de una mano, para cerrarse de verdad necesitan estar todos.
Mientras, su pueblo y particularmente el de la Ciudad Bandera se mantiene en pie de lucha, exigiendo su regreso y en este cumpleaños de Ramón, recordándolo y buscando nuevas estrategias y tácticas para tenerlos al fin entre nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario