Mary Castillo, una colega de Sitiecito, tierra natal de Víctor Mesa, no se perdía un juego en el estadio Augusto César Sandino de Santa Clara y hablaba con tal entusiasmo de aquel mulato pelotero, que era imposible no identificarse de inmediato con el estelar jugador . Ella tan filósofa y entendida con los clásicos, cuando la “explosión naranja” salía al terreno, se transfiguraba en su más exaltada seguidora.
La Universidad de Las Villas en los años 80, con miles de estudiantes se volcaba en pleno para el estadio y no se hablaba de otra cosa al otro día, que no fuera de lo ocurrido la noche anterior y sobre todo, de aquellos robos de base protagonizados por Víctor Mesa, que hacían saltar hasta el más pasivo.
Así me fui acercando al identificado con el Número 32, un atleta que convertía en espectáculo cada evento deportivo y tanto en la novena de Villa Clara como defendiendo los colores del equipo Cuba, daba lo mejor de sí por el triunfo, con esa espontaneidad y humor criollo que lo caracterizan.
Al retornar a Cárdenas e iniciarme como periodista seguí la Serie Nacional de Beisbol y en un hogar donde el predilecto era el equipo de Industriales por tradición, siempre apostaba por los Naranjas, porque en Villa Clara fue donde aprendí a disfrutar de la pelota por Víctor Mesa.
Por eso cuando el carismático Director se hizo cargo de equipo de Matanzas no me cupo dudas del despegue de los Cocodrilos, que de año en año han subido la parada para regalarle al pueblo lo mejor de la pelota cubana y llenar el estadio Victoria de Girón, haciendo honor a su nombre.
Eternamente polémico, con adoradores y detractores, Víctor Mesa conduciendo a los yumurinos representa un gran desafío para toda la afición, e Industriales y quien no es Industriales se las tendrá que ver dura en el actual play off, donde el favorito, modesta y aparte es mi equipo-el de Matanzas- para ganar el campeonato.
A los Azules se le sobran fanáticos, entre ellos mi compañero y realizador de radio, René Martínez, Industrialista, hasta la médula y el joven informático Mario Wilford, lejos hoy, pero desafiándome por Facebook a que ganarán la Serie 53 en su amado Latino, mientras, mi amiga Indira que recién dio a luz no se pierde un juego amamantando a su hija, porque está convencida que Pinar del Río, será campeón.
Por mi parte coincido con Israel Rojas, integrante del Dúo Buena Fe, declarado victormesista ciento por ciento y a eso se suma que por azar o porque alguien adivinó mi sentir, primero lo propusieron como mentor del equipo de Matanzas y por último en la reciente Sesión Solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Cárdenas, le otorgaron a Víctor Mesa la condición de Hijo Adoptivo de la Ciudad Bandera, un excelente regalo también para esta aficionada al beisbol, natural y orgullosa de esta localidad y seguidora del genial pelotero.
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