El sueño de Simón Bolívar y José Martí, materializado en gran medida por Hugo Chávez y Fidel Castro hoy se consolida aún más, en la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)
El Libertador y el Apóstol sentaron las bases de una América unida y nuestra y dejaron trazado el camino a seguir por los millones que en esta tierra han sufrido por siglos, la discriminación de los que desde la otra latitud, nos consideran inferiores.
El Sur se agiganta y muestra sus potencialidades, la Revolución Cubana por su parte continúa siendo una brújula para el continente que ha visto a muchos de sus hijos formarse bajo los principios solidarios de esta pequeña Isla, que comparte lo que tiene y está decidida a no rendirse jamás, porque su causa es justa y su pueblo la defiende.
El Sur se agiganta y muestra sus potencialidades, la Revolución Cubana por su parte continúa siendo una brújula para el continente que ha visto a muchos de sus hijos formarse bajo los principios solidarios de esta pequeña Isla, que comparte lo que tiene y está decidida a no rendirse jamás, porque su causa es justa y su pueblo la defiende.
La nueva cita de los representantes de América Latina y el Caribe nos permitirá avanzar en la integración tan necesaria y decisiva para conquistar la libertad, declarada para la mayoría de los países, pero no completa mientras seamos dependientes de la hegemonía de los que tienen el poder económico.
Un encuentro de naciones a las que une un fin común a pesar de sus diferencias, es un gran paso hacia el desarrollo que no lleve a la polaridad de un mundo como el que hasta ahora conocemos, donde el precio del bienestar de unos pocos se base en la deformidad de la mayoría, a la que ese otro grande de nuestra América-Ernesto Che Guevara-describiera tan magistralmente cuando definió el subdesarrollo.
Una tribuna sin par es ya la Cumbre de la CELAC en su segunda edición; los líderes de nuestros pueblos así lo han confirmado en La Habana, llenándonos de orgullo a los que nacimos y vivimos aquí, sometidos al más cruel bloqueo desde hace más de medio siglo, sin embargo con una dignidad que nos ha hecho crecer y convertirnos en paradigma para quienes nos visitan por estos días y le escuchamos frases como la del hermano boliviano Evo Morales, cuando expresó"Estar en Cuba es siempre una gran inspiración de la lucha antiimperialista"
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