Hay momentos trascendentes en la vida de los pueblos y uno de ellos fue en Cuba cuando el Comandante en Jefe Fidel Castro declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana, el 16 de abril de 1961, en el entierro de las víctimas de los ataques previos a la invasión mercenaria a Playa Girón.
Sin embargo su camino había quedado marcado desde antes y esa fecha fue la del 13 de octubre de 1960.
El destacado intelectual Carlos Rafael Rodríguez en su libro Cuba en el tránsito al socialismo, 1959-1963, explica con claridad, como las medidas tomadas por el gobierno revolucionario ese día, cambió por completo los destinos de la isla, cambiando su rumbo hacia el socialismo.
En pocos meses tras el triunfo, el país había tenido que defender los intereses del pueblo, ante la creciente agresión del gobierno de los Estados Unidos en casi todos los frentes y este día dictó la ley 890 dirigida a la intervención de grandes empresas cubanas, entre ellas los centrales azucareros, entre otras nacionalizaciones.
Esa misma jornada se decretó la Ley 891 con el objetivo de transformar la vieja estructura bancaria para adecuarla a las nuevas condiciones y se establecía así la nacionalización de toda la banca nacional y extranjera.
A partir de ese 13 de octubre, por las medidas tomadas, que ponían en manos del estado cubano las riendas socioeconómicas de la naciente Revolución, se puede hablar ya de su carácter socialista. Lo radical que fueron, obligados por el continuo acoso del gobierno estadounidense y los sabotajes por parte de la contrarrevolución, determinaron aquel histórico momento hace 60 años.
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