Conmovedora fue la carta de Elian González al Comandante en Jefe, agradeciendo su ejemplo “de luchador indomable, de gigante de cuerpo y corazón, que mantiene su ímpetu de joven y que los acompaña cada día con su visión de futuro”.
Aquel pequeñodevenido símbolo del pueblo cubano que no se detuvo hasta verlo de
vuelta a casa, en esta fecha se engrandeció aún más, sobre todo ante los ojos de aquellas y aquellos que estuvimos tan cerca en los momentos más duros, cuando supimos de su naufragio y posterior detención en Miami y más felices, cuando bajó por la escalerilla del avión junto a su padre, de regreso con los suyos.A él mismo desde su ingenuidad lo vimos pedirle a un avión que lo regresara a Cuba y eso nos llevó a redoblar los esfuerzos en la lucha, con Fidel al frente, apelando a quienes se sensibilizaran con el caso y al mundo entero, para exigir que Elian fuera liberado.
En esta ocasión, sereno, orgulloso de pertenecer a una generación comprometida, que no puede olvidar “quienes

Observarlo tan maduro, con una imagen diferente al frágil niño por el que tanto luchamos, recibiendo ahora su diploma de Ingeniero, nos llena de felicidad y agradecimiento también a Fidel, que nunca dudó que volvería y que en sus noventa cumpleaños recibe la felicitación de Elian y sus compañeros, quienes le dedicaron su graduación.
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