
El título viene a tributar a un artículo de José Martí, escrito en el periódico Patria, el 28 de enero de 1893, en el que expresara:”Es lícito y honroso aborrecer la violencia, y predicar contra ella, mientras haya modo visible y racional de obtener sin violencia, la justicia indispensable al bienestar del hombre…”
Me detengo entonces a meditar sobre dos palabras claves: visible y racional para establecer una analogía acerca de la posición actual del gobierno de Estados Unidos y su posición ante el conflicto del Oriente Medio.
Después de haber leído el trabajo publicado en el periódico Granma por Elson Concepción Pérez, del miércoles, 2 de julio: Irak Vuelve a Desangrarse, referente a la situación existente en esta nación entre Chiitas, sunitas y kurdos, a lo que el propio autor adjetivó de: “terrorismo fanático”, entonces me parece oportuno razonar sobre algunas cuestiones.

¿Por qué ciegos?, la nación norteña no ha querido percibir el sufrimiento, por el que han pasado las tierras enclavadas en la codiciada zona petrolífera desde hace décadas, propiamente en el caso que nos ocupa, Irak (antigua Mesopotamia). Tampoco reconoce su complicidad ante la desaparición de la historia de ese país, poseedor de un exquisito patrimonio cultural, donde las primeras escrituras fueron grabadas sobre arcilla.
Olvidaron además que allí fue elaborado uno de los códigos más importantes de la humanidad, El Hamurabi, (1760 A.C), ante criterio valorativo justo, excluyendo a la ley del Talión y

Otra de las tragedias que no llegan al campo visual de este aparato de poder es precisamente el repugnante atentado contra la religión de sus habitantes, reflejado en los ataques a las mezquitas, lugar sagrado para los musulmanes sunitas, quienes fueron víctimas de los duros golpes asestados contra ellos, durante sus plegarias.
¿Qué decir del museo de Bagdad?, el que en este mismo período (2003) parte del patrimonio tangible fue sustraído bajo los efectos de apetitos lucrativos, Tampoco advirtieron los abusos de las cárceles de Abu Grhaib, ni las situaciones impúdicas de descrédito en las que fueron colocados sus prisioneros.

Resulta conveniente también extraer de los recuerdos, aquella expresión de otrora administración norteamericana, (Bush), quien manifestó haber “escuchado a dios ordenándole hacer la guerra en la zona codiciada;” diferente escenario y etapa, ¿será que a este gobierno le estará ocurriendo lo mismo? Conocemos ya el desenlace, el monstruo se alimenta para continuar en su fase superior de desarrollo.
Ahora, Obama haciendo galas de una falsa diplomacia, quiere bajo cobardes subterfugios, convertir a Irak en un estado multinacional. Seguir dividendo, ese es el éxito para los que en este mundo no respetan los derechos ajenos y viven como especie depredadora en aras de satisfacer sus ilimitados intereses.
Otros implicados en la mezquina política, afirman sin vergüenza alguna, que el imperio es inocente ante los hechos que se le imputan, además se eximen ante la responsabilidad de la precariedad, social y religiosa de la región. Cualquier evidencia al respecto es absoluta “manipulación mediática”.

Cito frase del apóstol textualmente: “el bello mensajero, de pintada palabra y alas de oro, irá como centella por el mundo, encendiendo las tumbas y los pueblos, y dormirá en la gloria: pero si la verdad falta a su voz, la palabra como un vano cohete, caerá apagada a tierra en el silencio de la noche…”
Invidencia, mentira, irracionalidad parecen en este caso razonables, ellas emergen para dar paso a la brecha del menoscabo, permitiéndoles de esta manera el disfrute de aquellas ganancias ensangrentadas, emanadas del petróleo.
El final filosóficamente hablando, nos conduce al principio,tanto el gobierno de los Estados Unidos, como Obama, pasarán a la historia como ciegos y desleales.
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