Más de cinco décadas no lograron cambiar la mente de una buena parte de sus vecinos, en su mayoría descendientes de aquellos seres humanos discriminados, que la Revolución le abrió sus puertas, pero no siempre estuvieron preparados para salir.
En ciudadelas, casas de vecindad y hogares muy humildes, viven los vecinos de este barrio de la Marina, a los que la vida le brindó una nueva oportunidad, de la mano de un líder natural que no vio imposibles cuando se propuso trabajar con cada uno de ellos, allí en la calle de Calvo, donde todavía a algunos les preocupa pasar.
Gastón Martín Castañera, promotor de la cultura comunitaria, surgido de manera espontánea en el vecino barrio de Versalles, contribuye a cambiar de manera integral el entorno; donde reconoce las potencialidades de las personas y las hace mejores.
Gastón, dirige esta loable empresa con sencillez y confianza. Un hombre profundamente religioso que se ha gando el respeto y hace de su fe un puente para hermanar a los demás, sin distinciones, con la palabra precisa y la justa solicitud a quienes pueden ayudarlo a enfrentar los problemas, que su energía y sus propias manos no le alcancen a solucionar.
El proyecto La Marina ya es un hecho, logrando sensibilizar a todo el que lo conoce y se acerca a esta parte del pueblo que palpita y se mueve, porque su gente se ha convencido poquito a poco, que sus sueños se pueden materializar y Cárdenas, la Ciudad Bandera de Cuba orgullosa los mira y exhorta a continuar.
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