La llamada de una colega me informó de la muerte de Gabriel García Márquez, rápidamente confirmé la triste noticia con diversas fuentes y la redacté para el Noticiero Radial de la tarde que saldría al aire en pocos minutos.
El impacto fue grande pero no me atreví a escribir nada mío. Pensé que los que lo conocieron tendrían tanto que decir… Esos, que lo llamaban el Gabo y compartieron imborrables momentos a su lado, dirían todo y más...
¿Qué podría entonces enunciar siquiera esta aprendiz de reportera, que lo adoró desde la primera vez que lo leyó en sus cuentos y lo buscó después en sus novelas, para quedar prendada para siempre de su realismo mágico y de su oficio en el periodismo?
Pero primero, llegó mi amiga María Teresa Clark que había coincidido con el escritor en la Fiesta del Caribe, con una foto y algo que había escrito para que se lo publicara como otras veces en mi blog y así lo hice, luego fue mi visita al Museo A la Batalla de Ideas, donde Danim Pérez, su Director me mostró orgulloso la firma de García Márquez cuando visitó la institución en el 2002.
Entonces decidí publicar esta única huella de su paso por la Ciudad Bandera, para ver si alguien aporta algo más y modestamente así sumarme públicamente a recordar al autor de Cien Años de Soledad.
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