Una singular empatía existe entre Isabel Felipe Ortega, la pequeña que defendió el tema “Mi Amigo de Vapor” y Rubén Rodríguez Calvet, el veterano creador de la obra, doblemente ganadora en el Festival Nacional
Cantándole al Sol 2013.
El talento de ambos pudiera explicar el premio a la interpretación y a la composición, alcanzado por Cárdenas, en el Concurso más importante de la música infantil en Cuba, sin embargo pienso que hay mucho más detrás de este lauro.
Isabel es una niña linda, de una figurita frágil como salida de un cuento de hadas pero a la vez de una determinación asombrosa para sus diez años, en los que despunta por su afinación y melodía hacia un futuro prometedor en la música, probado de alguna manera en un certamen como Cantándole al Sol.
Maravillosos fueron los días vividos durante el festival y grande la alegría compartida con Rubén, al conocer del doble premio.
Con inteligencia no distinguió a nadie a la hora de dedicar su triunfo, mientras con especial cariño agradeció de todos los que la apoyan y acompañan, estando cerca o lejos, en el difícil camino hacia el éxito.
Rubén, con una experiencia avalada por su clasificación como finalista en doce ediciones desde 1996, ha obtenido premios y menciones a lo largo de su carrera de creador en este difícil género. Hoy en su condición de abuelo, una sensibilidad superior lo mueve a componer canciones como "Mi Amigo de Vapor", ese trencito mágico, en el que desde nuestra infancia soñamos montar y tener como juguete.
Felicidades entonces a Isabel y a Rubén, hijos de Cárdenas, la Ciudad Bandera de Cuba, que tanto nos honran con su arte "para los que saben querer"...
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