Teresa Otero Madruga, hermana de una de las víctimas del sabotaje a un avión de Cubana en Barbados, compartió su dolor e indignación con estudiantes de las carreras de Comunicación Social y Psicología, de la Filial Universitaria Municipal Aida Pelayo Pelayo de Cárdenas, en vísperas de conmemorarse el Aniversario 35 de aquel brutal acto.
En un matutino especial dedicado a la lucha contra el terrorismo, alumnos y profesores de esa casa de altos estudios exigieron justicia y castigo para los asesinos, que provocaron el estallido de una bomba en pleno vuelo de una nave que regresaba a la Patria con jóvenes deportistas y otras personas inocentes que murieron, incluyendo pasajeros de otras nacionalidades que viajaban a bordo.
Ante el crimen aún impune de Lázaro Otero Madruga quien contaba al morir sólo 34 años y era inspector de ruta en Cubana de Aviación, su hermana acusó a los verdaderos causantes de tanta tragedia en el Pueblo cubano. Teresa habló del origen humilde de su familia, del ejemplo que siempre fue para ella su hermano y de la imposibilidad de él, para darle calor a sus dos hijas, por el vil atentado que lo privó de la vida y de servir a la Revolución.
Los estudiantes universitarios cardenenses reclamaron la sanción a los verdaderos terroristas y la libertad de nuestros Cinco Héroes, emplazando al sistema judicial norteamericano, que hoy comete una nueva ignominia, al negarle la posibilidad de viajar a Cuba a René González Schewerert, uno de estos luchadores, tras cumplir su injusta condena, en los próximos días.
Los estudiantes universitarios cardenenses reclamaron la sanción a los verdaderos terroristas y la libertad de nuestros Cinco Héroes, emplazando al sistema judicial norteamericano, que hoy comete una nueva ignominia, al negarle la posibilidad de viajar a Cuba a René González Schewerert, uno de estos luchadores, tras cumplir su injusta condena, en los próximos días.
Conmovidos ante una de las familias cubanas que nunca podrá recuperarse de haber perdido a un hijo, los futuros comunicadores sociales y psicólogos de la Ciudad Bandera, demandan al gobierno de los Estados Unidos y a su actual presidente Barack Obama, a que permita a René regresar a su tierra junto a los suyos y a detener, la arbitrariedad que mantiene confinados a sus cuatro hermanos.
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