Como toda la Isla, Cárdenas celebró la llegada de Fernando González Llort a la Patria, el otro de los antiterroristas cubanos, quién cumplió la injusta condena impuesta por el parcializado tribunal estadounidense que decidió sentenciarlo con la más larga pena.
Los que vivimos en la Ciudad Bandera fuimos testigo del dolor de
la familia de los Cinco, cuando enfrentábamos la
batalla por el regreso del niño Elián González. Hicimos nuestra su causa y desde entonces exigimos en cada tribuna su libertad.
El abrazo con René nos llenó de emoción; dos hombres demostraban su 
dimensión de héroes, con la sencillez de dos cubanos hermanados por garantizar la seguridad y la vida a los suyos, aún a costa de las propias.
Ellos se fundieron como esa estrella que los identifca junto a la bandera cubana y dejaron claro su compromiso de continuar la lucha, porque no pueden ser libres del todo, mientras parte de sus corazones estén encarcelados.
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